El sociólogo polaco, creador del concepto de la modernidad líquida, vuelve a la carga con esta obra en la que analiza los problemas originados en la globalización que los gobiernos locales son incapaces de resolver o enfrentar. La impotencia, aparente o real, de los gobiernos para actuar en contra de estos provoca entre los ciudadanos una mezcla de cinismo y desconfianza en las instituciones democráticas. Bauman sostiene que, en consecuencia, la crisis actual es, por una parte, una crisis de la capacidad de acción, una crisis de la democracia representativa y una crisis de la soberanía del estado. Es la subordinación del ciudadano al consumidor.